Para celebrar el centenario de Platero y yo, podemos hacer una serie de actividades que nos proponen nuestros compañeros:
Tenemos una webquest
Capítulo 1: “Platero”
Platero es pequeño,
peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva
huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos
de cristal negro.
Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: ¿Platero? y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe en no sé qué cascabeleo ideal...
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar; los higos morados, con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro como de piedra. Cuando paso sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.
Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: ¿Platero? y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe en no sé qué cascabeleo ideal...
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar; los higos morados, con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro como de piedra. Cuando paso sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.
ACTIVIDADES:
1.
Elegir entre los diferentes modelos el que más
nos sugiere al protagonista de la descripción.
2.
Realización por todo el Ciclo de un mural
con la figura de Platero, que se rellenará en algodón.
3.
Dibujarle alrededor o que más le gusta
comer.
4.
Decorar con un paisaje de primavera
Capítulo 37: “La carretilla”
En el arroyo grande que la lluvia había
dilatado hasta la viña, nos encontramos, atascada, una vieja carretilla,
perdida toda bajo su carga de yerba y de naranjas. Una niña, rota y sucia,
lloraba sobre una rueda, queriendo ayudar con el empuje de su pechillo al borricuelo, más pequeño, ¡ay!, y más flaco
que Platero. Y el borriquillo se revolvía
contra el viento, intentando, inútilmente, arrancar del fango la
carreta, al grito sollozante de la chiquilla. Era vano su esfuerzo, como el de
los niños valientes, como el vuelo de esas brisas cansadas del verano que se
caen, en un desmayo, entre las flores.
Acaricié a Platero y, como pude, lo enganché a la carretilla, delante del borrico miserable. Lo obligué, entonces, con un cariñoso imperio, y Platero, de un tirón, sacó carretilla y burro del atolladero y les subió la cuesta.
¡Qué sonreír el de la chiquilla! Fue como si el sol de la tarde, que se quebraba, al ponerse entre las nubes de agua, en amarillos cristales, le encendiese una aurora tras sus tiznadas lágrimas.
Con su llorosa alegría, me ofreció dos escogidas naranjas, finas, pesadas, redondas. Las tomé, agradecido, y le di una al borriquillo débil, como dulce consuelo; otra a Platero como premio áureo.
Acaricié a Platero y, como pude, lo enganché a la carretilla, delante del borrico miserable. Lo obligué, entonces, con un cariñoso imperio, y Platero, de un tirón, sacó carretilla y burro del atolladero y les subió la cuesta.
¡Qué sonreír el de la chiquilla! Fue como si el sol de la tarde, que se quebraba, al ponerse entre las nubes de agua, en amarillos cristales, le encendiese una aurora tras sus tiznadas lágrimas.
Con su llorosa alegría, me ofreció dos escogidas naranjas, finas, pesadas, redondas. Las tomé, agradecido, y le di una al borriquillo débil, como dulce consuelo; otra a Platero como premio áureo.
ACTIVIDADES:
1. Colorear
el dibujo. (3, 4, 5 años)
2. Pegar
bolas de papel de seda naranja en el carro como si fueran las naranjas que
llevaba la niña. (3, 4 años)
3. Picar
la imagen de Platero y pegarla a la izquierda del carro, pegar una lana a modo
de cuerda entre Platero y el burro como si estuviera tirando. (3, 4 años)
4. Dibujar
a Platero a la izquierda ayudando a la niña
a sacar el carro y a ésta a la derecha empujando (5 años).
Capítulo 29: “Idilio de abril”
Los niños han ido con
Platero al arroyo de los chopos, a ahora los trae trotando, entre juegos sin
razón y risas desproporcionadas, todo cargado de flores amarillas. Allá abajo
les ha llovido, aquella nube fugaz que veló el prado verde con sus hilos de oro
y plata, en los que tembló, como en una lira de llanto, el arco iris. Y sobre
la empapada lana del asnucho, campanillas mojadas gotean todavía.
¡Idilio fresco, alegre, sentimental! ¡Hasta el rebuzno de
Platero se hace tierno bajo la dulce carga llovida! De cuando en cuando, vuelve
la cabeza y arranca las flores a que su bocota alcanza. Las campanillas níveas
y gualdas, le cuelgan, un momento, entre el blanco babear verdoso y luego se le
van a la barrigota cinchada. ¡Quién como tú, Platero, pudiera comer flores... y
que no le hicieran daño!
¡Tarde equívoca de abril!... Los ojos brillantes y vivos de
Platero copian toda la hora de sol y lluvia, en cuyo ocaso, sobre el campo de
San Juan, se ve llover, deshilachada otra nube rosa.
ACTIVIDADES:
Este
capítulo se puede trabajar dentro de la unidad didáctica de “La Primavera”.
1.
Lectura del capítulo realización de preguntas de comprensión lectora.
2.
Realización de un dibujo libre donde aparezcan diferentes características de la descripción del paisaje y lo que lleva Platero. (5 años)
3. Dibujar otras flores que nacen en el campo
el primavera. (3, 4 años)
Capítulo
12: “La púa”
Entrando
en la dehesa de los caballos, Platero ha comenzado a cojear. Me he echado al
suelo...
-Pero
hombre, ¿qué te pasa?
Platero
ha dejado la mano derecha un poco levantada, mostrando la herida, sin fuerza y
sin peso, sin tocar casi con el casco la arena ardiente del camino.
Con más rapidez que su médico, le he
doblado la mano y le he mirado la herida roja. Una púa larga y verde, de
naranjo, está clavada en ella como un puñalillo de esmeralda. Estremecido del
dolor de Platero, he tirado de la púa; y me lo he levado al pobre al arroyo de
los lirios amarillos, para que el agua corriente le limpie la heridilla.
Después, hemos seguido hasta la playa, yo
delante, él detrás, cojeando todavía y dándome suaves topadas en la espalda.
ACTIVIDADES:
1. Lectura del capítulo y preguntas sobre
el mismo.
2.
Dramatización: por parejas un niño hará de Platero y otro de Juan Ramón
representarán lo que hace cada uno de los personajes que aparecen en la
lectura.
3.
Dibujarle la púa en la pata que tiene levantada y a Juan Ramón a su
lado.
Capítulo 46: “La niña enferma” (La tísica)
Estaba
la niña enferma sentada en una silla, con la cara blanca, en medio de la
habitación. Le había mandado el médico salir al campo, a que le diera el sol,
pero la pobre no podía.
-Cuando
llego al puente –me dijo-, aunque está cerca me ahogo...
La
voz de la niña parecía cansada.
Yo
le ofrecí a Platero para que le diese un paseíto. Subida en él se puso contenta
y reía .
...Se
asomaban las mujeres a las puertas. Iba Platero despacio, como sabiendo que
debía de tener cuidado con la niña que llevaba encima, ésta parecía un ángel
que cruzaba el pueblo.
ACTIVIDADES:
1. Lectura
y cometario del texto.
2.
Realización de preguntas sobre el mismo.
3. Dibujar encima del dibujo de Platero que elegimos en el primer
capítulo a la niña de paseo por el pueblo, dibujarle alrededor algunas
casas.( 4, 5 años)
Capítulo
126: “Carnaval”
¡Que
guapo está hoy Platero! Es lunes de Carnaval, y los niños que se han disfrazado
de toreros, payasos y majos, le han puesto el aparejo moruno, todo bordado, en
rojo, verde, blanco y amarillo.
Lo redondos papelillos de colores van rodando
paralelamente por la acera.
Cuando hemos llegado a la plaza, unas mujeres
vestidas de locas, con largas camisas blancas y con guirnaldas de hojas verdes
en la cabeza, han cogido a Platero en medio de su corro y han girado
alegremente alrededor del él.
Pero Platero, muy asustado intenta huir por
algún sitio. Los chiquillos, viendo que no podía salir rebuznan para que él
rebuzne. Por fin, Platero, logra salir del corro y viene hacia mí trotando y
llorando, ha perdido su aparejo, no le gusta el Carnaval ...
ACTIVIDADES:
1.
Leer el capítulo comentando la fiesta a la que se refiere, como iban
vestidos los niños, que le pusieron a Platero, que le pasó al burrito ...
2.
Dibujar el aparejo de Platero como más nos guste o como dice el texto.
(3, 4, 5 años)
3.
Dibujarle el corro que
bailaba alrededor de él. (4, 5 años)
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