Vistas de página en total

jueves, 15 de abril de 2021

Las vertientes mediterránea y atlántica

 

    • Las vertientes mediterránea y atlántica

En la vertiente atlántica desembocan los grandes ríos de la Meseta, así como el Miño, que es atlántico por su lugar de desembocadura, pero por sus características y régimen fluvial está más emparentado con los ríos cantábricos.

 

Adaptados a las condiciones del relieve y a la inclinación de la Meseta, los ríos atlánticos son largos y de pendiente suave. El relieve origina también la formación de cuencas extensas situadas entre sistemas montañosos. De Norte a Sur, el río Miño aparte, encontramos las cuencas del Duero (Submeseta Norte), el Tajo y el Guadiana (Submeseta Sur) y el Guadalquivir (Depresión del Guadalquivir). Estas cuencas discurren en sentido Este-Oeste y se ven alimentadas por los afluentes que descienden de manera transversal desde los sistemas montañosos.

 

Debido a la distribución espacial de las precipitaciones, los ríos atlánticos disminuyen de caudal a medida que se sitúan más al sur. Tienen un régimen pluvial típicamente mediterráneo, pero su caudal se ve enriquecido por los grandes afluentes, en particular los que tienen su nacimiento en las montañas, cuyas aguas vienen a atenuar los contrastes estacionales de caudal.

 En la vertiente mediterránea desaguan ríos desigualesEl Ebro es el de mayor longitud, caudal y regularidad, pues recibe aportes hídricos de sus afluentes pirenaicos e ibéricos. En los restantes ríos está patente la influencia de los relieves cercanos al mar, que limitan su longitud.

 

Se trata, en general, de ríos muy poco caudalosos, y de régimen fluvial típico pluvial mediterráneo: muy irregular, con grandes crecidas estacionales y fortísimos estiajes.

 

Asimismo, en esta vertiente están presentes cursos que llevan agua sólo en ocasiones, permaneciendo secos la mayor parte del año: son las denominadas ramblas, que tanto significado tienen en las regiones mediterráneas, hasta el punto de que muchas han quedado incorporadas al callejero de las ciudades con este nombre.

 

Salvo el Ebro, ningún río de esta vertiente configura una cuenca hidrográfica extensa, por lo que suelen agruparse en algunas cuencas varios ríos menores que desembocan relativamente cerca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario